Se lo que estaréis pensando todos, ¿por qué viento y no hielo? ¿No es ese el elemento que te falta de la bandera islandesa? Tenéis razón, es el color blanco de su flamante bandera el que me falta por escribir, pero a pesar de haber superado con cierto éxito el glaciar de Snæfellsjökull, escusa perfecta para el titular, no ha sido el elemento rey de estos días de ruta. He batallado con la ventisca miles de veces, pero ha sido la primera vez que casi agota mi existencia, y es que con el viento no se juega. ¡La próxima vez viajo en vela! Continue Reading
