Como si fuese un grito de guerra, una llamada a la acción o el mismo destino empujándome a salir de este cascarón. Llevo años viajando y los últimos meses los he pasado en Oslo, trabajando y luchando por unos objetivos económicos de los cuales estoy seguro que no cumpliré, pero los que me conocéis ya sabéis que el dinero no me para a mi, ni me retiene la esperanza de ganar más. No. El motivo principal de mi estancia en la capital Noruega es un fenómeno que solo ocurre en los polos ciertas épocas del año. Por eso cuando mis amigos me dijeron que querían ir a una cabaña a ver la aurora boreal yo no me pude reprimir ¡Voy con vosotros! Y fui de la mejor manera que se llegar a los sitios, con Negrita 🙂
