Han pasado dos semanas desde mi último post sobre mi viaje, parecía que iba a terminar, pero no. Aquel día solo termino el proyecto Rumbo a Cabo Norte, pero aquí me tenéis, de vuelta al camino. Y más vale que os abrochéis los cinturones porque en dos semanas hemos rodado casi mil kilómetros, y sí, hemos, porque no viajo solo. Pero empecemos por el inicio.
Viajando al sur
Salí de Nordkapp después de acampar por dos días en sus laderas. Noruega es fácil para este tipo de viajes y para mí, cómo para todos los ciclistas y personas que van a pie, la entrada a Cabo Norte es gratuita, por eso me quedé dos noches. Pero la idea inicial era salir de la isla desde Honningsvåg por ferry. Al llegar me encontré con Guildo y Rita, una pareja suiza que viaja la península escandinava al revés que yo. Pasamos una gran noche hablando de nuestras pequeñas aventuras. Al día siguiente lo dedique a descubrir los horarios y el precio del ferry. Sorprendido me quedé cuando descubrí que solo había un ferry a las 5:20 de la mañana y costaba 300 coronas noruegas (NOK) unos 30€… así que pasé de visitar Havøysund y repetí la misma ruta hasta Olderfjord dónde conocí a Tim Lezard y Alex Sinnamon. Tim es un seguidor mio que me reconoció cuando recargaba agua en el camping 🙂
Alex es un chico australiano de 18 añitos que esta viajando desde suiza en bicicleta y en esta parte del trayecto tiene planificada la ruta exactamente igual que yo, así que hemos decidido viajar juntos hasta Trondheim. Después de tanto tiempo vuelvo a tener compañía viajera 🙂
También nos encontramos con muchos cicloturistas por estas partes. La gran mayoría son viajeros que vienen desde el sur de Noruega o Alemania, al decir verdad muchos vienen o son de Alemania, pero en ocasiones encontramos personajes cómo el esloveno de la foto de arriba, o la colla de españoles en la foto de abajo.
Estas dos semanas hemos tenido pocos días de sol, básicamente hemos tenido lo contrario. Días nublados y fríos nos acompañaban con una ligera lluvia que en ocasiones se convertía en una pesadilla con el vendaval. La ruta tampoco ayuda a descansar demasiado con tantas montañas, aunque estas adversidades hacen que me lo pase mejor. Cosas de masocas…
Dicen que hay que disfrutar de las adversidades. El camino te pone a prueba y después de superarlas te regala pequeños tesoros cómo la cabaña Sami que nos encontramos en un área de descanso. Tenían varias cabañas, todas destrozadas pero había una medianamente decente que la reparamos con un toldo que nos encontramos. Un poquito de fuego nos sirvió para secarnos la ropa y la tienda de campaña 🙂
La cultura del norte me apasiona y me divierte. Tienen una gran pasión por los gnomos o como ellos los llaman: trolls. Tanta es su pasión que tienen sus historias de trolls por todos los pueblecitos, aunque lo más divertido fue encontrarnos con este enorme parque de trolls, la atracción perfecta para un camping.
También te encuentras con tiendas de recuerdos de todos tipos. Mientras los Samis de Laponia vendían las cornamentas de los renos, sus pieles etc… aquí encuentras que venden además de eso, cornamentas de alce y esqueletos de ballena. Algo curioso para ver expuesto con tanta naturalidad en las tiendas, escalofriante, pero forma parte de la cultura. Aquí se comen estos animales, así que espero que la venta de estos huesos sean de los animales que se comen.
Aunque lo que sí que me gusta son todos los productos artesanales que venden: zapatos, calcetines, sombreros, chaquetas, todo de lana y la cubertería de madera. Aunque para la foto me llamaron la atención estas muñecas con los trajes tradicionales, en sami se llaman Dohka.
Tampoco nos olvidemos de nuestros amigos los renos. La cultura sami esta basada en ellos, los samis son pastores de renos y en Noruega hacen un gran trabajo. No he visto ningún pastor ¡pero si muchos renos!
También he tenido que pasar por muchísimos túneles. Algunos cortos pero otros muy largos de más de tres kilómetros de los que tienes que abrigarte para no morirte de frío.
Aunque me gusta la seguridad que se toman los nórdicos. La gran mayoría respetan a la hora de adelantar, si se tienen que quedar un minuto atrás esperando lo hacen dejándome una distancia de seguridad. La primera vez me puse nervioso porqué no sabía que estaba haciendo el coche tanto rato atrás. Pero lo que me ha gustado es que los túneles tienen un botón para los ciclistas en las entradas, ilumina una luz ámbar, así los demás conductores saben que en el túnel hay un vehículo extra lento cargando sus ilusiones a cuestas.
Y claro está que en el polo norte vamos a encontrar nieve, o mejor dicho hielo. Está mayoritariamente en la cara norte de las montañas, así que siempre los veo pues yo viajo al sur. Aunque esta vez tuve la suerte de conocer a Jan y Oda. Jan nos llevo a las montañas a caminar y después de todo lo sufrido en invierno, pude pisar otra vez la «nieve», se me nota la cara el sufrimiento.
Pero antes de llegar a las islas toca sufrir un poquito más. Más subidas, divertidísimas bajadas y mucha adrenalina convertida en sudor y alegría para este viajero intrépido.
Lofoten
Comenzamos con las islas y toca esperar. Mi paso por Tromso me trajo muy buenas experiencias y un patrocinador nuevo. Ahora teníamos que saltar de isla en isla y esto nos hace perder tiempo esperando los ferrys.
En ocasiones hemos tenido que esperar hasta tres horas, da para aburrirse mucho, aunque en la aventura siempre te encuentras cosas con que entretenerte, ¡cómo las piedras!
Pero al final el barquito llega a puerto y a mi me toca ver el mundo desde lugares diferentes a la bicicleta. No hay mala mar pero siempre esta un poco revuelta, así que los barcos no paran de balancearse de un lado para otro. Suerte que no soy de marearme.
Y cómo dice el anuncio: Yo no soy marinero, yo no soy marinero. ¡Soy un delfín! ¡Soy un delfín, soy un delfín!
Lofoten y la costa noruega son un conjunto de islas con unas montañas preciosas. Me recuerdan a los picos de Europa o los Pirineos pero en tamaño reducido. Muy pocos picos llegan a superar los mil metros, la gran mayoría no llegan a mil. Y no os preocupéis que en Lofoten es todo llano, mas o menos.
Aunque lo mejor son los lugares dónde se pueden acampar. Creo que ni con todo el dinero del mundo se puede pagar un lugar cómo este. Aunque si pudiese ver la noche lo habría agradecido… ¡Llevo más de un mes sin ver la oscuridad de la noche!
Otra cosa que se puede ver en las costas de Noruega son los secaderos de pescado. Después del petroleo, primordial en la economía actual de Noruega, la segunda potencia económica es la pesca. Un trabajo que se continúa haciendo en muchos lugares de manera tradicional.
Me queda poco para terminar las islas, pero espero continuar disfrutando de paisajes cómo estos. Ni en los mejores sueños podría imaginar algo más bello, ¡aunque el secreto siempre esta en que no haga mal tiempo!
Reflexión
Antes de terminar me gustaría dejar una reflexión: En los últimos días y los últimos meses por no decir años nos llegan imágenes de sucesos cómo las guerras en Siria, atentados en Francia y golpe de estado en Turquía. Esto es lo que nos llega aunque hay muchos más. Solo nos dicen lo que quieren, y lo hacen con el fin de meternos miedo y odiar al diferente. Cada día las imágenes y los vídeos que corren por la televisión y por las redes sociales son más enfocadas a crear solo una cosa: EL RACISMO. No podemos permitirlo.
El mundo esta lleno de sucesos que horrorizarían al corazón más frío, eso es verdad, pero cada día, cada minuto pasan buenas cosas, muchísimo más bellas que todo eso, en todos los lugares y más a menudo que las cosas malas. Por eso es tan importante para mí deciros esto: VIAJAR ES LA CURA DEL RACISMO. Es lo que representa la foto de arriba para mi y se la dedico al mundo que al parecer lo necesita hoy más que nunca. Viajemos para aprender y construyamos puentes que nos acerquen y faciliten nuestras vidas, convirtiéndolas más ricas, haciéndonos más felices. Solo así podremos evitar la ignorancia.
Gracias a todos los que me seguís y me leéis, un especial abrazo a los que me ayudan por el camino. A Jan y Oda por la mini aventura vivida, a Gunnar y Hanne por la noche pasada en su casa y su ayuda para los ferrys y a mi patrocinador Tromso Outdoor 🙂
Un abrazo a todos y si os ha gustado recordad que los blogs sobreviven gracias a la interacción de sus lectores! Compartirlo y comentar si os ha gustado 🙂
So so cool !!! Beautiful moments you have captured!
And wow, I did not know there are special buttons for cyclists when crossing tunnels. Great civilized idea.
Keep going .)
Yeah! It’s not in all tunnels, the buttons are on north road, such a great idea to all! Thanks for the comment 🙂