Islandia se ha convertido en la historia interminable de Michael Ende, y es que para encontrar la realidad, hay que darle la espalda y pasar por lo fantástico. Así que lo diré de una manera más actualizada, el invierno se acerca, un lema que me viene como anillo al dedo, porque aquí, casi tocando el polo norte, hace un frío que pela, y porque es uno de los lugares de rodaje de Juegos de Tronos, y como Jon Nieve, yo no se nada. Ni de la suerte que he tenido por haber sobrevivido a la tormenta de Hofn, o de haber llegado al final sin la necesidad de un quitanieves. Bienvenidos al último color de la bandera islandesa, blanco, de hielo. Continue Reading
