¡Hola a todos! Hoy quiero compartir una pequeña experiencia que me ha pasado hace poco, nada que ver con bicicletas o viajes, y en cambio, puede que haya nombrado el lugar más lejano que jamás llegaré. Hoy quiero hablar del día que bauticé una estrella.
Hace unos días se puso en contacto conmigo Natacha, de la empresa francesa Etoilez-moi. Me ofreció la oportunidad de poder bautizar simbólicamente una estrella. La idea me sorprendió, sobre todo porque nunca imaginé que se podían bautizar estrellas. Resulta que existe un registro americano que se encarga de ello, el International Celestial Repertory.
Jamás pensé que pondría un nombre a un lugar, y menos a una estrella. Así que después de darle mucho al coco decidí nombrar la estrella con el nombre de mi madre, ¡AL COM-PLE-TO! Con apellidos incluidos, que hay muchas Marías Magdalenas por el mundo, pero como mi madre ninguna 😍
Es un detalle muy original y personalizado. Su producto básico viene con el certificado del bautizo, un mapa celestial donde se ubica la estrella que has nombrado, una pequeña historia de la constelación donde se encuentra la estrella afortunada y un poema. Es un regalo perfecto para entregar a una persona muy especial y decirle que la quieres. ¡A mi madre le encantó!
Tienen todo tipo de ofertas. Para el día del padre, San Valentín o para una boda. Más información pueden hacer click en el siguiente enlace: etoilez-moi.com
¡Un abrazo a todos!